En el marco del compromiso matrimonial, las causales de divorcio que impulsan a dos individuos a unirse en una relación conyugal son diversas y profundamente personales. En primer lugar, el amor, un sentimiento universalmente reconocido, suele ser el motor principal que impulsa a las personas a casarse. Este sentimiento intenso de afecto y conexión emocional puede ser la fuerza motriz detrás de la decisión de formar una unión legal y emocional duradera.
Además del amor, otros factores pueden influir en la decisión de contraer matrimonio. Entre estos factores se encuentran la estabilidad económica y la seguridad financiera. Muchas parejas consideran importante establecer una base económica sólida antes de embarcarse en el matrimonio, ya que esto puede proporcionar una sensación de seguridad y tranquilidad en el futuro compartido.
Según las leyes peruanas (art. 333, causales de la 1 a la 10) estas son las causales por las que puedes interponer una demanda de divorcio contencioso en el Poder Judicial.
La infidelidad, o la participación en relaciones sexuales fuera del matrimonio, puede ser una causa válida para el divorcio en muchos lugares.
El abandono, ya sea físico o emocional, por parte de uno de los cónyuges puede considerarse como base para el divorcio en algunas jurisdicciones.
Si tu pareja esta sentenciada por un algún delito sin importar el tiempo, te puede servir como motivo de divorcio.
El trato cruel o inhumano por parte de uno de los cónyuges hacia el otro puede ser reconocido como una causa de divorcio en ciertas áreas.
Cualquiera de las dos personas qeu forman el matriminio tiene una conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común, es un buen motivo para la separación.
La enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del matrimonio, sin importar el tiempo en que la pareja contrajo matrimonio, es otro motivo de separación.
Sin importar si eres hombre o mujer, la homosexualidad no conocida antes del matrimonio de uno de los integrantes de la pareja es un grave motivo de divorcio.
Una separación prolongada, en la que los cónyuges viven separados durante un período específico de tiempo, puede ser reconocida como causa de divorcio sin necesidad de demostrar culpabilidad por parte de ninguno de los cónyuges.
Las parejas que comparten creencias, objetivos de vida y visiones del mundo tienden a sentirse más conectadas y comprometidas entre sí, lo que puede fortalecer la base de su relación matrimonial.