Con marcha organizaciones expresan rechazo por demolición del hospital Guillermo Díaz de la Vega y alcalde Raúl Peña se aprovecha del descontento social
Apurímac 27/11/2024.- Más de un millar de personas se movilizaron por las calles de Abancay en rechazo a la anunciada demolición del antiguo nosocomio Guillemo Díaz de la Vega y dar paso a la construcción del nuevo Hospital Regional III-I Abancay que sería ejecutada mediante la modalidad de Gobierno a Gobierno (G2G). La movilización que se extendió a lo largo de la avenida Venezuela y llegó hasta la plaza de armas estuvo encabezada por integrantes del llamado Comité Pro Construcción del Hospital Regional III-I Abancay, trabajadoras de los principales centros de abastos, madres de los comités de vaso de leche, pobladores de varias comunidades de la capital provincial y personal contratado de la comuna provincial. También se pudo observar a personajes con aspiraciones políticas electoreras que aprovecharon la oportunidad para acomodarse al lado de los pobladores. El comité pro construcción está exigiendo al gobernador Percy Godoy y a los funcionarios del Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis), realicen las gestiones necesarias para la adquisición de un terreno de aproximadamente 4.5 hectáreas donde se levante la nueva infraestructura y se mantenga el actual hospital para que continúe atendiendo a la población. Hasta el cierre de esta edición, las partes mantienen su misma posición y no hay visos de sentarse a conversar en el corto plazo. Frente a estas circunstancias, el prefecto regional, Edwin Carpio, pidió que las autoridades y dirigentes dialoguen y dejen de lado las confrontaciones ya que pondría en peligro el presupuesto del hospital y se termine destinando a otra región. PEÑA EL AZUZADOREn este escenario de desencuentro social, el alcalde de Abancay, Raúl Peña, aprovechó el descontento de la población para levantar su alicaída imagen y recuperar el protagonismo político perdido a raíz de su desastroza gestión. A ello, se suma su irresponsable anuncio de ofrecer el terreno donde se encuentra el camal municipal para que ahí se construya el nuevo hospital, sin considerar la viabilidad técnica del mismo y su proximidad a un precipicio. En otras palabras lo que hizo Peña fue «desvestir a un santo para vestir a otro». Echando leña al fuego. En un video grabado y publicado por las redes sociales el mismo día de la movilización, se observa al alcalde abanquino instigando a los pobladores que estaban sentados en las bancas, el pasto o se hallaban en la glorieta descansando y protegiéndose del fuerte sol para que se sumen al mitin que se realizaba en el frontis de la catedral. Lo lamentable de este hecho es que se trata de una autoridad que lejos de promover el diálogo seguía atizando la confrontación social, cuando su rol debió ser todo lo contrario. Raúl Peña no estaba solo, lo acompañaban buena parte de trabajadores contratados de la municipalidad que participaron en la protesta y se encargaban de repartir bebidas y agua a los agotados manifestantes. El administrador de los mercados, también hacía lo suyo, coordinando y dando directivas con una dirigente para que la movilización deje sentir su rechazo al inquilino de la gobernación regional. SUMAS QUE RESTANCabe recordar, este desencuentro que cada día divide más a la población abanquina, incluyendo médicos y trabajadores del hospital y del sector, se inició el pasado 12 de noviembre cuando el Gobierno regional, convocó a una reunión informativa con presencia de los funcionarios del PRONIS donde se esperaba una discusión técnica y se responda a las numerosas dudas y observaciones encontradas desde la formulación del perfil técnico, el estado de las instalaciones de la DIRESA, la construcción del hospital de contigencia, entre otros puntos más.Sin embargo, las portátiles de los trabajadores del gobierno regional y de los pobladores que fueron movilizados ese día por el alcalde Tamburco, Raúl Silva, no ayudaron mucho, terminando la reunión casi de manera abrupta y sin llegar a acuerdos que comenzaron a calentar el ambiente social. A esto se sumó la alianza establecida entre el Gobierno regional con el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil y la conformación del comité multisectorial proconstrucción del Hospital Guillermo Díaz de la Vega III-I que terminaron por profundizar más la división. Comenzó la cuenta regresiva. (P.P.D)
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