Argentina es un polvorín

Argentina es un polvorín

Las calles de Buenos Aires se convirtieron en lugar de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad argentinas. Los pobladores rechazan la Ley de Bases y la reforma fiscal impulsada por el gobierno de Javier Milei.

En la intersección de las calles Callao y Rivadavia, a pocos metros del Senado, se dieron los incidentes más fuertes con la quema de un automóvil y las bicicletas públicas. Las movilizaciones fueron convocadas por sindicatos y organizaciones sociales, además de la oposición izquierdista. Al respecto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, indicó que se aplicará el protocolo antipiquetes para acabar con las manifestaciones.

Producto del hecho, cinco diputados opositores del partido Unión por la Patria quedaron con síntomas de asfixia por el uso de bombas lacrimógenas. Ellos acompañaban las manifestaciones, manifestó la senadora peronista Anabel Fernández Sagasti.
 

DEBATE. Mientras tanto, en el Senado argentino inició el debate de la Ley de Bases y la reforma fiscal impulsadas por el gobierno. Entre las principales reformas se encuentra el otorgamiento de facultades legislativas al Ejecutivo.

Bajo este escenario se otorgan incentivos a la inversión privada por 30 años y se pone a una decena de empresas estatales sujetas a privatización. En cuanto a la reforma fiscal se propone reinstalar el impuesto a las ganancias para obtener ingresos de los salarios y jubilaciones.

Al respecto, desde el oficialismo se tuvo que ceder en algunas de las propuestas durante los últimos días, entre estas se retiró de la lista de empresas estatales propuestas para privatización a entidades como Aerolíneas Argentinas, Correo Oficial y Radio y Televisión Pública. Sin embargo, las protestas no cesan.