La cúpula de calor que estos días abrasó medio mundo se extiende aún por gran parte del sur de Estados Unidos, se espera que llegue al norte de México y que continúe hasta la próxima semana, mientras en Europa las temperaturas infernales han dado paso a episodios tormentosos extremos.
Porque este atípico verano boreal está dejando otros fenómenos meteorológicos intensos y, así, y tras temperaturas de récord a comienzos de semana, un fuerte temporal con granizo de grandes dimensiones, lluvia y vientos de más de 140 kilómetros por hora ha dejado 110 heridos en Italia.
El viento y el granizo, que llegó al tamaño de pelotas de tenis, provocó además importantes daños materiales en vehículos, techos, árboles de zonas urbanas, invernaderos, cultivos y bosques, según los medios locales. En el bosque de Cadore (en el límite con Austria), un torbellino derribó cientos de árboles que necesitarán 30 o 40 años para recuperarse.
También en Europa, en este caso en Croacia -que vivió a principios de semana el agobiante calor que estos días ha recorrido gran parte de Europa de la mano del anticiclón Caronte, con avisos de alerta roja meteorológica en varias partes de la costa del mar Adriático-, al menos tres personas murieron a última hora del miércoles y más de una decena resultaron heridas en una gran tempestad que azotó parte del país y de Eslovenia.
Y al menos cinco personas murieron y decenas continúan atrapadas después de que un deslizamiento de tierra fruto de la lluvia arrasase una aldea en el oeste de la India, mientras los equipos de rescate trabajan contra reloj para recuperar a posibles víctimas.
Con los termómetros disparados en el sur de Estados Unidos, desde California hasta Florida, unas lluvias torrenciales causaron en las últimas horas impactantes inundaciones en zonas de Kentucky y un tornado dejó graves daños en una planta farmacéutica de Carolina del Norte.
Hoy se conoció también el fallecimiento, al parecer por un golpe de calor a comienzos de semana, de un hombre de 42 años en la ciudad española de Cartagena, después de desplomarse en la calle.
No obstante, el calor infernal que esta semana achicharró a buena parte de Europa se ha tomado un respiro hoy jueves y ciudades tan turísticas como Madrid, Barcelona, Roma, Venecia o Atenas han levantado las alertas que advertían del riesgo de salir a la calle en las horas centrales del dí
Donde no mejora la situación es en Estados Unidos. «El calor excesivo se expande hacia el Medio Oeste a partir de mediados de la próxima semana, y muchos lugares alcanzan las temperaturas más altas del año hasta el momento. El calor peligroso parece continuar en el suroeste», avisó en su cuenta de Twitter el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Y si hay un lugar donde se está viviendo un «infierno» ese es Phoenix, en Arizona, la quinta ciudad más poblada del país y donde los termómetros llevan una veintena de días por encima de los 110 grados Fahrenheit (43 grados Celsius), récord histórico de jornadas seguidas, en algunas de las cuales se han alcanzado 118 grados Fahrenheit (48.º C).
Los habitantes del área metropolitana de Phoenix, conocida como el Valle del Sol por sus altas temperaturas durante todo el año, han alterado sus horarios y hábitos, como el deporte. Los parques y centros de juegos para niños al aire libre están desiertos, en plenas vacaciones escolares, y las altas temperaturas están afectando a los negocios.
Tanto en Phoenix como en Tucson, también en Arizona, se han establecido centros de enfriamiento donde los residentes pueden refugiarse y escapar del insoportable calor, se ha implementado la pavimentación de algunas calles con el denominado «pavimento frío» o «asfalto gris», que absorbe menos calor, y se están sembrando árboles nativos del desierto para procurar sombra.
Una climatología más favorable en la Europa mediterránea ha ayudado a estabilizar los incendios forestales que estaban ya a las puertas de Atenas (Grecia) y el fuego que obligó a evacuar a miles de personas en la isla española de La Palma, que se había adentrado en un paraje de gran valor ecológico, está bajo control.
El climátologo Samuel Biener explicó a EFE que estos episodios de calor extremo que se están produciendo de forma simultánea en numerosos puntos del hemisferio norte están relacionados con una circulación muy ondulada de la corriente en chorro, que es la que «dirige el tiempo en superficie».
Lo que está sucediendo ahora es que, como consecuencia del calentamiento global, hay ascensos «muy marcados, importantes y persistentes» de aire extremadamente cálido de latitudes muy bajas hacia latitudes muy altas.
Si se ondula mucho, como en los últimos días, se producen ascensos muy marcados y pronunciados de aire muy cálido de latitudes tropicales a otras latitudes más altas generando crestas de aire muy cálido, que emergen a Estados Unidos, a China y también al Mediterráneo.
Estos eventos antes eran más esporádicos que ahora, pero con el cambio que se está produciendo en la circulación atmosférica han pasado a ser más frecuentes.
Agencia Efe: todos los derechos son reservados. Está prohibido todo tipo de reproducción sin la autorización previa y por escrito de la Agencia Efe.