Francia juzgará a tres policías por brutal agresión a un peruano en una comisaría de París
Dos de los agentes serán juzgados por los cargos de violencias voluntarias cometidas por parte de personas depositarias de la autoridad pública.
El Tribunal Correccional de París juzgará tres policías franceses por la mediatizada paliza que recibió un ciudadano peruano dentro de una comisaría del centro de París la noche del 24 de julio.
Dos de los agentes serán juzgados por los cargos de «violencias voluntarias cometidas por parte de personas depositarias de la autoridad pública» y un tercero, que era el responsable de la comisaría en el momento de los hechos, por «no asistencia de una persona en peligro».
«Es muy grave lo que sucede hoy en día en las comisarías francesas», declaró Juliette Chapelle, una de las dos abogadas del ciudadano peruano, de 42 años.
Las imágenes del circuito de vídeo-vigilancia que muestra las agresiones a Mario (nombre ficticio por el que se le conoce en los medios) tuvo una notable repercusión en Francia. En ellas, se ve a un hombre sin camiseta golpeado repetidamente por un agente, mientras el resto se ríen o no hacen nada.
«Los políticos tienen que dejar de decir que se tratan de dos manzanas podridas en la policía. Es un sistema organizado en el que los policías más jóvenes o los buenos policías no se atreven a decir la verdad por miedo», agregó Chapelle.
La letrada contó que su cliente creyó que iba a morir durante su arresto hasta tal punto que, en un gesto desesperado, llegó a escribir «ayuda» en la pared de su celda con la sangre que le brotaba de una ceja. Por los golpes y las heridas que sufrió, los médicos prescribieron al peruano una baja de 45 días.
«Mi cliente reconoce haberle roto el brazo y claro que se arrepiente de lo que ha hecho, pero hay que tener en cuenta las circunstancias. El vídeo es chocante, pero no tiene sonido. El hombre (peruano) soltó una ráfaga de insultos y amenazas contra mi cliente, que sintió miedo», sostuvo la abogada del agente, May Sarah Vogelhut.
Cabe destacar que en un primer momento, un colega de los dos encausados había respaldado durante la investigación la versión de Maxime D., quien alegaba haberse defendido ante un supuesto gesto de agresión por parte de Mario. Sin embargo, más tarde se retractó y reconoció haber mentido como manera de encubrir a su compañero.