La Corte Penal Internacional solicita órdenes de detención contra líder de Hamas y el primer ministro de Israel
Yahya Sinwar y Benjamin Netanyahu acusados por crímenes de guerra y contra la humanidad relacionados con los ataques del 7 de octubre y Gaza
Escribe: María Coaguila Torres
La Corte Penal Internacional (CPI) solicitó órdenes de detención contra Yahya Sinwar, líder de Hamas, y Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, acusándolos de crímenes de guerra relacionada con los ataques del 7 de octubre contra Israel y la posterior guerra en Gaza.
El fiscal jefe del tribunal, Karim Khan, indicó que la CPI solicita órdenes de detención contra el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, y otros dos altos dirigentes de Hamas: Mohammed Diab Ibrahim al-Masri, conocido como Mohammed Deif, líder de las Brigadas Al Qassam, e Ismail Haniyeh, líder político de Hamas.
Esta es la primera vez que la CPI apunta a altos dirigentes de un estrecho aliado de Estados Unidos. La decisión sitúa a Netanyahu en compañía del presidente de Rusia, Vladimir Putin, contra quien la CPI dictó una orden de detención por la guerra en Ucrania.
Un grupo de jueces de la CPI evaluará ahora la solicitud de Khan para emitir las órdenes de detención. Khan explicó que los cargos contra Sinwar, Haniyeh y al-Masri incluyen «exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y agresión sexual durante la detención».
Los cargos contra Netanyahu y Gallant incluyen «causar exterminio, causar inanición como método de guerra, incluida la denegación de suministros de ayuda humanitaria, atacar deliberadamente a civiles en conflicto».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de «ultraje» la decisión del fiscal jefe de la CPI. En su intervención en una reunión del grupo parlamentario del Likud, Netanyahu dijo que «la solicitud de órdenes de detención de La Haya [CPI] es un ultraje político». «No nos disuadirán y seguiremos en la guerra hasta que se libere a los rehenes y se destruya a Hamás», agregó.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, calificó de «escandalosa» la decisión, afirmando que es «un ataque frontal sin límites contra las víctimas del 7 de octubre y nuestros 128 rehenes en Gaza» y que pretende «atar de pies y manos al Estado de Israel y negarle el derecho de autodefensa».
El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó de «más que indignante» la decisión, publicando en X que «esta medida unilateral representa un paso político unilateral que envalentona a los terroristas de todo el mundo y viola todas las normas básicas del tribunal».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también calificó de «indignantes» las solicitudes de la CPI y se comprometió a apoyar a Israel, afirmando que «no hay equivalencia —ninguna— entre Israel y Hamas».
Por su parte, Hamas condenó enérgicamente los intentos del fiscal de la CPI de «equiparar a las víctimas con los agresores», exigiendo la anulación de las órdenes de detención contra sus dirigentes y solicitando órdenes de detención contra los líderes y soldados israelíes por crímenes contra el pueblo palestino.