El Premio Nobel de Medicina o Fisiología 2023 es para Katalin Karikó y Drew Weismann por sus investigaciones relacionadas con las vacunas ARN mensajero contra la covid 19, informó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
El Nobel de Medicina es el primero de la ronda de estos prestigiosos premios, a los que seguirán los anuncios en días sucesivos de los de Física, Química, Literatura, de la Paz y finalmente el de Economía, el próximo lunes.
Los científicos celebraron hoy el «merecido» premio Nobel de Medicina o Fisiología para Katalin Karikó y Drew Weissman, así como valoraron cómo sus avances y descubrimientos han contribuido a salvar millones de vidas y conectan la investigación básica con la investigación aplicada y la clínica.
Los nuevos nobeles fueron reconocidos por sus investigaciones sobre el ARN mensajero (ARNm), que permitieron desarrollar vacunas eficaces contra la covid-19 y pueden prevenir otras enfermedades graves.
La investigadora Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), recordó que los avances científicos de los dos premiados comenzaron a principios del siglo.
En este sentido, celebró que el reconocimiento sirve para conectar la ciencia básica y la ciencia aplicada y para que la sociedad entienda mejor «el por qué y el para qué» de lo que se hace en el laboratorio.
En declaraciones a EFE, Sola valoró cómo sus hallazgos permitieron desarrollar una molécula con fines terapéuticos que ha contribuido a salvar millones de vidas durante la pandemia, pero que tienen además un «enorme potencial» frente a otras enfermedades y patógenos.
La investigadora explicó que la culminación de sus investigaciones sobre el ARNm permitieron durante la crisis mundial a causa del coronavirus el desarrollo de un producto que se comercializó «y cambió el curso de los acontecimientos».
El genetista Lluís Montoliu, también del Centro Nacional de Biotecnología, manifestó que Karikó y Weissman han recibido «seguramente» el premio Nobel «más merecido en muchos años».
Montoliu, en declaraciones a EFE, recordó que su trabajo de investigación básica, publicado en 2005, fue esencial para desarrollar las vacunas de ARNm contra la covid-19, que salvaron millones de vidas, por lo que expresó su «más sincera enhorabuena y admiración por estos dos grandes científicos».
Por su parte, Carlos Briones, doctor en Bioquímica y Biología Molecular e investigador del Centro de Astrobiología (España), subrayó que el premio ha recaído en dos científicos «que han hecho posible una aproximación revolucionaria en el campo de la inmunología, al poner a punto la tecnología para producir vacunas de ARN mensajero».
Briones, en declaraciones recogidas por Science Media Centre España -una oficina independiente que recopila recursos que contribuyen a entender el alcance de muchos de los descubrimientos- observó que la innovación «clave» de su aproximación consiste en la producción in vitro de ARNm con una de sus bases nucleotídicas modificada químicamente.
«Ese ARNm, debidamente encapsulado, se puede administrar por diferentes vías, es interiorizado por las células dendríticas del sistema inmune y su traducción dentro de ellas genera y expone la proteína codificada sin que se produzca una respuesta inflamatoria indeseada», explicó el investigador.
Esa aproximación fue esencial para la producción de las vacunas más eficientes frente al SARS-CoV-2 durante la pandemia de covid-19 (las comercializadas por BioNTech/Pfizer y Moderna), y su uso «ha salvado millones de vidas en todo el mundo», recordó.
Además, destacó que esta misma metodología está siendo utilizada para el desarrollo de vacunas frente a otros patógenos, y en el tratamiento de diferentes enfermedades.
Fuente: Agencia EFE