Hasta el momento, toda la coyuntura política parece no haber afectado el flujo de visitantes que vienen a hacer turismo al país. Sin embargo, toda la situación que ha generado este impacto político, parece que tendrá repercusiones en el turismo.
Independientemente de si se está de acuerdo o no por las medidas tomadas, cualquier situación de crisis o inestabilidad trae consecuencias para el sector. Aunque pare el sector privado es una situación mucho más llevadera, para el turista extranjero puede resultar ser un destino problemático, dejándolo elegir otro.
Es extraño que ningún representante o especialista allá declarado acerca del tema, sin embargo, hay un peligro cercano. Es por ello, que el sector ya prioriza un primer reto: o proyectamos estabilidad o el flujo de turistas se contraerá.
Pero, parece haber un reto más desafiante dentro del sector turismo. Es inevitable, que la actual situación política genere retrasos en el planeamiento y ejecución del Plan Nacional de Turismo. Esta propuesta que detalla los puntos neurálgicos que deben priorizarse para crecer.
En los últimos tres años hemos tenido sucesivos cambios de ministros y hoy, un nuevo gabinete. Con cada renovación, planes que estaban en marcha quedan en suspenso hasta ser retomados por los nuevos funcionarios alterando las proyecciones y cronogramas.