Ante el temor de un contagio de la violencia de Chile en Argentina, el gobierno de Mauricio Macri decidió reforzar la seguridad en la frontera trasandina.
Impuso mayor seguridad en la embajada y el consulado de Chile en Buenos Aires y permitió monitorizar a las empresas chilenas que están en el país ante posibles ataques.
Esta decisión se tomó durante una reunión del Consejo de Seguridad del Gobierno en la que participaron el canciller Jorge Faurie; el ministro de Justicia, Germán Garavano.
También el secretario de Asuntos Estratégicos, el vicejefe de Seguridad, el jefe de la AFI y el ministro de Defensa, entre otros.
La Decisión de la Casa Rosada es reforzar la presencia de fuerzas de seguridad en la frontera andina en un operativo en conjunto con los carabineros de Chile.
Esta iniciativa no significa aumentar la cantidad de efectivos de Gendarmería sino extender los horarios de vigilancia.
Solo busca evitar que grupos de activistas de izquierda de Chile vengan a Argentina para generar violencia.
Todo esto ocurre, como medida de protesta en las calles de Santiago ante las medidas económicas del gobierno de Sebastián Piñera.
“Hay que tomar todos los recaudos necesarios para que no haya en Argentina un efecto contagio al de Chile”, indico uno de los funcionarios.
Cabe destacar que, se desestima la posibilidad que se potencien los hechos de violencia.
Principalemente porque en Argentina no hay grupos mayoritarios de izquierda comunista como los hay en Chile.