En Arequipa, durante la segunda vuelta electoral, se conoció que personas con discapacidad y ancianos fueron quienes dieron ejemplo.
La joven Madeleine de 22 años acudió a su local de votación con el apoyo de su padre. Madeleine posee una discapacidad motriz y psíquica; y pese a las dificultades no deja de participar en los procesos electorales desde que alcanzó la mayoría de edad.
La joven ciudadana tiene una discapacidad motriz y psíquica. Pese a estas dificultades, no deja de participar de los procesos electorales desde que cumplió la mayoría de edad. Su local de votación se encuentra en la institución educativa San Agustín, ubicada en el sector de Upis (Hunter).
“Es la cuarta vez que asiste a sufragar. Ella es consciente de la importancia de sufragar y elegir a las autoridades”. Señaló el padre de la joven, Cristóbal Apaza (51).
La señora Eusebia de 59 años también acudió a primeras horas del domingo a su local electoral en la institución educativa San Agustín. Acudió con la asistencia de sus hijos para trasladarse hasta su mesa de sufragio debido a que sufrió la fractura de una de sus piernas días atrás.
“Hacer el trámite para la dispensa es muy engorroso y demora mucho. Mi mamá quiso también cumplir su derecho de elegir, es por eso que la trajimos a pesar de lo mal que está”. Expresó la hija de la señora Eusebia.
Se observó en diferentes distritos de Arequipa, que los primeros en asistir a sufragar, eran adultos mayores y personas con alguna discapacidad. Pasado el mediodía, se observó una mayor cantidad de ciudadanos que asistieron a las urnas.
Como Madeleine y la señora Eusebia se encontraron ciudadanos a lo largo de los locales electorales de la región. Las elecciones generales, en esta segunda vuelta, los ancianos y personas con discapacidad dieron sin duda un ejemplo de ciudadanía.