La incertidumbre económica pone en riesgo la temporada turística estival de Argentina

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La incertidumbre económica pone en riesgo la temporada turística estival de Argentina

Las ciudades balnearias de la costa atlántica, en el este de la provincia de Buenos Aires, son los principales polos del turismo nacional argentino.

Tras el parón obligado por la pandemia hasta finales de 2021, el turismo experimentó un crecimiento sin precedentes en Argentina, pero la complicada situación económica del país está dificultando una temporada estival en la que los principales viajeros son los propios argentinos.

Las ciudades balnearias de la costa atlántica, en el este de la provincia de Buenos Aires, son los principales polos del turismo nacional argentino.

Hay para todos los gustos, desde las playas más exclusivas como Cariló o Pinamar, hasta Mar del Plata, la gran ciudad turística del país, que pasa el resto del año en relativa calma hasta la explosión turística de diciembre, enero y febrero.

Una pareja toma fotos en el paseo del Torreón del Monje, el 7 de Noviembre 2023, en Mar del Plata (Argentina). EFE/Vicente Robles

Foto de archivo del paseo del Torreón del Monje en Mar del Plata (Argentina). EFE/Vicente Robles

En la primera quincena del año, una semana de vacaciones en Mar del Plata para una familia de dos adultos y dos hijos menores tuvo un coste mínimo de 860.380 pesos argentinos (unos 1.000 dólares estadounidenses, al tipo de cambio oficial actual), según un informe elaborado por el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Alojamiento y transporte son los gastos más elevados para los argentinos que veranean en ‘La Feliz’, que en febrero celebrará el 150 aniversario de su fundación.

El turismo es poco accesible para los argentinos

Para una familia prototipo, siete noches en un apartamento turístico -la opción que cada vez prefieren más argentinos frente a los clásicos hoteles- supusieron 500.000 pesos (610 dólares) en la primera quincena de enero.

Por su parte, el transporte desde la capital argentina a los centros balnearios se elevó de media hasta los 208.000 pesos (253 dólares).

Personas recorren el barrio de la Boca, el 17 de enero 2024, en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

Foto de archivo del barrio de la Boca en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

En línea con la galopante inflación del país, que el año pasado se situó en un 211,4 % interanual, los precios siguen subiendo en la costa argentina, cada vez más inaccesible para los salarios locales.

En Argentina, donde la pobreza supera el 40 %, el turismo se está convirtiendo en uno de esos “lujos inaccesibles” para la población.

Algunos turistas que se hospedan más allá de la capital del litoral también han tenido que replantearse sus vacaciones y cambiar de destino en el último momento.

El impacto de las medidas de Milei

En este sentido, los modos tradicionales de viaje se están viendo progresivamente sustituidos por el denominado turismo ‘gasolero’, con el que los usuarios buscan reducir al mínimo sus gastos, optando por consumir menos en establecimientos hosteleros.

EFE