(Viernes 28/07/2023).- La presidenta Dina Boluarte alista su mensaje de 28 de julio enfocada en necesidades comunes de la población y atenta al Congreso, según fuentes de su entorno. Un llamado a unir fuerzas para poder generar empleo, seguridad o luchar contra la corrupción, entre otras demandas, y la elección de la Mesa Directiva del Parlamento pesan en la elaboración del discurso.Ha pedido a sus ministros informes pormenorizados de sus principales logros, avances y proyectos. Con sus técnicos, afina una selección. En tanto, consulta a asesores sobre novedades en las fuerzas congresales.“Haré un balance del camino recorrido, pero sobre todo será un mensaje que trazará clara y responsablemente las medidas y las prioridades para afianzar el crecimiento y el progreso de nuestro Perú. Será un mensaje en el que abordaremos los grandes retos del país, un mensaje de unidad y de confianza con una mirada hacia el futuro, un mensaje de esperanza para todas las peruanas y los peruanos”, anunció la semana pasada en el aniversario de ADEX (Asociación de Exportadores).“Va a ser un discurso muy potente, va a tener muchísimos planteamientos, varias reflexiones acerca de nuestros hitos históricos sobre nuestra independencia y creemos que va a ser un mensaje que va a convocar a la paz, a la reconciliación y a la unidad nacional”, comentó ayer, martes 25, el primer ministro Alberto Otárola a la prensa.Unidad para hacerEn el borrador, hasta el momento, se abordan “aspectos positivos de reconciliación, de reconocimiento de nuestra descentralización, de la necesidad de construir juntos un proyecto común”, según su entorno.Boluarte y su equipo apuntan a buscar conectar con gran parte de la población “por sus expectativas en torno al empleo, seguridad y lucha contra la corrupción”. Es decir, se perfila un mensaje de 28 de julio más pragmático que político con la idea de que debemos unirnos y dejar de pelear para poder atender las necesidades comunes, del día a día, de los peruanos.“Será un discurso realista, marcando la ruta país, escuchando y atendiendo las expectativas que muchos tienen al respecto”, dice alguien de su equipo en Palacio de Gobierno.Las alegorías y referencias a momentos históricos del país buscarán ensalzar la unidad como salida posible ante situaciones de conflicto, en el intento de convencer a la población de que se deben bajar las tensiones.Un 80% de los peruanos considera que lo más conveniente para el país es que haya elecciones antes del 2026, según la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y La República. El sondeo además muestra que un 78% está de acuerdo con la exigencia de las protestas de que renuncie Boluarte y un 77% con el reclamo de cierre del Parlamento.El adelanto de elecciones, como demanda de los ciudadanos, es considerado un rumbo erróneo. “Creo que ir por ese camino es no comprender lo que está sucediendo”, dice un colaborador. Sin embargo, el texto está aún por definirse.Congreso a la vistaLos movimientos en el Congreso tienen especial atención de Boluarte y su equipo. En especial, les inquieta la posibilidad de que el fujicerronismo se haga de la Mesa Directiva del Legislativo y sea latente amenaza a su continuidad en el Ejecutivo.Hasta el momento, no hay ningún cambio de ministros que se prepare, de acuerdo con las fuentes consultadas, pese a versiones de una posible salida del titular de Energía y Minas.Gobernar de espaldas a la realidadEl mensaje a la nación de 28 de julio es el lugar propicio para el “autobombo” gubernamental, mas no tanto para la autocrítica y la rendición de cuentas por parte del Ejecutivo. ¿Podríamos esperar algo distinto en el mensaje de Boluarte? Tendría que poder registrar en su discurso el peso de las demandas políticas y sociales que se imponen con fuerza en la agenda pública, afirmó Rodrigo Gil, politólogo.Las protestas recientes han vuelto a relevar la postura ciudadana que exige la renuncia de la presidenta. En esa línea, sería razonable (mas no realista) esperar en el mensaje una propuesta concisa que haga alusión a lo que se comprometió: la convocatoria al adelanto de elecciones generales.Pero es insuficiente. El mensaje sería un momento propicio para establecer culpabilidades, sanciones y reparaciones concretas en torno a las decenas de fallecidos y heridos a causa de no solo la represión desproporcionada de los militares y la Policía, sino como consecuencia de las decisiones políticas del gabinete de ministros.Seguir gobernando de espaldas a la realidad implica desconocer la demanda ciudadana que exige la renuncia de Boluarte y una ruta hacia el adelanto de elecciones, y que guarda relación con cierto grado de impunidad del que gozan quienes forman parte de su administración, implica que la desazón política y social probablemente continuará aumentando; que las movilizaciones no cesarán y que, desde el terreno contrario, la coalición autoritaria proseguirá aunando esfuerzos para evitar cualquier desenlace contrario a sus proyectos particulares.Fuente: La República