Chequeo geriátrico propone EsSalud a partir de los 60 años

Chequeo geriátrico propone EsSalud a partir de los 60 años

EsSalud propone chequeo geriátrico a partir de los 60 años para evitar que el 80% de pacientes sufran enfermedades crónicas degenerativas.

 

Funciona una evaluación multidimensional para detectar a tiempo trastornos mentales como la demencia, el Alzheimer o la depresión, entre otros males que afectan a los adultos mayores.

 

Advierte el Seguro Social de Salud (EsSalud) que cerca del 80% de pacientes adultos mayores que acuden al Hospital Guillermo Almenara Irigoyen presentan enfermedades crónicas degenerativas, siendo las patologías más frecuentes la hipertensión arterial, la diabetes, la demencia a causa de infartos cerebrales o el Alzheimer y por ello recomienda un chequeo geriátrico a partir de los 60 años para un diagnóstico oportuno.

 

Explica la doctora Roxana Manco Caycho, jefa del Servicio de Geriatría del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, que a estos frecuentes males mencionados se suma la depresión. Que muchas veces pasa desapercibida sin recibir tratamiento, perjudicando la calidad de vida del adulto mayor.

 

Por tales motivos, Manco Caycho subraya que todo paciente adulto mayor, a partir de los 60 años, debe pasar por una valoración geriátrica. Se trata de un chequeo minucioso o abordaje completo realizado por el especialista para observar patologías asociadas como la disminución del estado nutricional y la sarcopenia. Esto último se refiere a la falta de masa muscular y fuerza.

 

Igualmente, este chequeo sirve para detectar la presencia de olvidos, alteraciones a nivel de habilidades visoespaciales, trastornos del aprendizaje o pacientes que no pueden realizar una adecuada marcha por tener compromiso a nivel de la orientación.

 

Advierte la geriatra, por ejemplo los olvidos frecuentes de situaciones cotidianas que presentan los adultos mayores. Estos ya se consideran signos de alarma o alteraciones de la memoria como olvidarse las llaves. Por lo que es importante realizar un abordaje integral al paciente a fin de que la persona pueda revertir esta situación.

 

Es importante destacar que esta valoración geriátrica comprende una evaluación multidimensional a nivel físico. Así como la situación nutricional y función cognitiva. De detectarse dificultades de alteraciones, se recomienda desarrollar actividades diarias de autocuidado en el hogar y la comunidad.

 

Es necesario precisar que, de manifestarse cualquier compromiso funcional en los adultos mayores o ancianos vulnerables, se le debe realizar evaluaciones exhaustivas para ver la resistencia física.