Greta Chocano Ivertis, alcaldesa del centro poblado de La Esperanza, admitió que el 2023 ha sido un año complicado, ya que por culpa de un descuido político varios sectores de dicha localidad se encontraban a punto de ser despojados por Llicua y Manconga.
“El año pasado, ha sido complicado, porque hemos encontrado una municipalidad bastante negada, porque hemos encontrado que Jancao y Miraflores estaban pasando a favor de Llicua, también nuestro sector de Ayahuanca a Manconga, por eso hemos tenido que luchar y recuperar nuestro territorio, eso fue lo primero que tuvimos que hacer”, explicó.
Admitió que existía un descuido gigantesco de las autoridades salientes que casi le costó muy caro a La Esperanza.
“Estamos con la adecuación a puertas, luchando para que nuestro centro poblado se mantenga en pie, con sus territorios completos”, mencionó.
Con respecto al proyecto de agua y desagüe, Chocano mencionó que dicha obra se encuentra en pruebas hidráulicas en los sectores donde se va a ejecutar la colectora. No obstante, aseguró que los sectores de Jancao, en La Esperanza, en San Andrés, las partes altas no cuentan con agua potable y desagüe, por lo tanto la comuna de La Esperanza viene priorizando recursos hídricos a dichas zonas.
Otro de los pedidos de La Esperanza es la aprobación del Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) de parte de la Municipalidad Distrital de Huánuco (MPHco).
“Estamos bastante bien ahí, hemos trabajado con el gobernador Antonio Pulgar. Ahora hemos venido a conversar con el alcalde Antonio Jara para que nos apoye con diferentes temas, entre ellos la aprobación del TUPA, que es bastante necesario para nuestras facultades”, explicó.